Algunos datos a tener en cuenta antes de empezar...
- Recorrido lineal.
- Señalización: sí.
-Lugar de inicio: Hotel Altos de Istán.
- Lugar de finalización: Pico de La Concha.
- Altitud punto de inicio: 350 m.s.n.m.
-Altitud punto final: 1.215 m.s.n.m.
- Tiempo aproximado: 3 horas, sólo ida.
- Distancia total: 5 km.
- Dificultad: alta (gran desnivel a superar).
- Estación recomendada: todas, excepto verano.
- Más información pinchando en: web de Istán.
A modo de introducción.
Esta ruta no nos dejará indiferentes. En principio porque se enmarca en una zona poco conocida de la comarca de la Sierra de las Nieves, justo en su límite sur, lindando con la de la Costa del Sol, tan dispar a esta nuestra comarca serrana. Además, nos pillará de sorpresa la dureza y espectacularidad de esta ruta de media-alta montaña que nos aúpa a la cima de La Concha, con sus 1.215 m. sobre el mar que yace a sus pies, en poco más de 5 km de longitud, todo un factor a tener en cuenta. Y por último, que no es poco, supone un balcón único al entorno tan variopinto que desde este recorrido se divisa: Istán y sus verdes huertas, la vega del Rio Verde, el Embalse de La Concepción, La Sierra de las Nieves con su cota máxima de El Torrecilla, La Costa del Sol...
Antes de empezar una dura ruta como ésta, conviene tener en cuenta algunos datos para no tener ningún disgusto. Sírvanos de orientación el siguiente perfil y mapa de la ruta para guiarnos por lo poco más de 5km de recorrido, salvando un desnivel de unos 850 m., en un tiempo estimado de unas 3 horas y media de sólo subida.
Imagen 1, mapa de la ruta.
Imagen 2. Perfil y vista aérea de la ruta.
Descripción del recorrido.
La ruta comienza junto al Hotel Altos de Istán, debidamente indicada con un panel informativo. Comienza en todo momento en ligero ascenso, por un estrecho camino que trepa por las laderas de estas sierras blancas. Con continuidad la senda se va volviendo cada vez más exigente, llevándonos estas duras rampas hasta Puerto Currito. Desde este mirador natural se divisa, bajo nuestros pies, el Picacho (fin de otro sendero P.R. de la localidad), símbolo de piedra en el paisaje panocho. También al Noreste la gran cañada de Juan Inglés, con su tradicional camino hacia las tierras de Juanar, también equipado como sendero P.R. Y como no, Plaza Armas y El Torrecilla al Noroeste.
Imagen 3. Vistas desde Puerto Currito, con Istán bajo Plaza Armas (1.330 m.s.n.m), con el Torrecilla (1.919 m.s.n.m) de fondo.
Imagen 4. Cañada de Juan Inglés, con el Pico de la Sabia (La Zahína también) a la izquierda, raramente nevada.Continuando nuestra senda, y tras otro tramo bastante duro, llegamos a Puerto Ventana, magnífico mirador que divisa el tramo recorrido y el tramo que nos queda por delante, con la Concha al fondo y las cuatro lomas que hemos de recorrer previamente (Lomilla de enmedio, loma de puerto Gilito, loma de puerto de la Cifuentes y puerto de los Corralitos).
Imagen 5. Vistas al pantano desde Puerto Ventana.
Imagen 6. Vistas del pantano y las urbanizaciones de Istán.
Imagen 7. La Concha desde Puerto de los Corralitos.
El paso por estas lomas previas a la Concha nos conduce por angostas cañadas cubiertas de una exuberante vegetación típica de la zona: palmas, enebros, esparto... Esta flora ha estado desde tiempos remotos ligada a la vida y costumbres de Istán, principalmente como medio de subsistencia en la elaboración de enseres del campo (serones de esparto), del hogar (sombreros de palma), como medios medicinales (elaboración de la miera a partir del enebro), etc. Se puede decir que estas plantas han salvado muchas vidas en las duras épocas de antaño.
Imagen 8 y 9. Flora de Sierra Blanca.
Estamos en la última de las lomas antes de comenzar el último tramo duro de subida que nos lleva a La Concha. Debemos extremas las precauciones puesto que en este tramo el camino se pierde por momentos y tenemos que guiarnos por las marcas blancas y amarillas sobre la roca y los "mojones" de piedra, que nos hacen trepar por estas laderas. Siguiendo la cuerda de la loma será difícil perdernos.
Imagen 10. Fin de la ruta: vistas de Marbella y el mar.
Estamos en el fin de nuestra ruta. Merece la pena pararnos unos minutos a contemplar el espectáculo que hay a nuestros pies.Resulta digno apreciar el contraste entre la tranquilidad que nos ha acompañado durante toda esta dura subida con el bullicio que se desprende de esa gran mole de cemento y hormigón que es la Costa del Sol.
Ahora sólo nos queda armarnos de paciencia y regresar por el mismo camino. Seguro que ha merecido la pena el esfuerzo.
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